António Pedro Costa, Universidad de Aveiro (Portugal)
Investigador del Centro de Investigación en Didáctica y Tecnología en la Formación de Formadores (CIDTFF), Departamento de Educación y Psicología, de la Universidad de Aveiro y colaborador del Laboratorio de Inteligencia Artificial e Informática (LIACC), de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Porto.
Una de las grandes dificultades de los estudiantes de maestría y también de doctorado es escribir textos con rigor y calidad científica. Con la aparición de los asistentes de escritura con Inteligencia Artificial (IA), los estudiantes pueden superar esta dificultad utilizando esta nueva tecnología de manera ética y honesta. Para ello, es crucial establecer pautas que sensibilicen sobre la integridad académica de los estudiantes y distingan entre la “escritura asistida por IA” y la “escritura generada por IA”.
La escritura asistida por IA debería ser permitida únicamente bajo la condición de que el estudiante utilice un asistente de escritura con IA como una herramienta colaborativa para ayudarlo a desarrollar y avanzar en su proceso. La colaboración con un asistente de redacción de IA puede incluir lluvia de ideas, esbozos y borradores, siempre y cuando, por ejemplo, el estudiante aporte escritura, investigación y composición sustanciales que no sean generadas únicamente por IA.
“Escrita gerada por IA” implica que hubo poco o ningún involucramiento por parte del estudiante como autor, siendo la mayor parte de la escritura generada por Inteligencia Artificial, mientras que “escrita assistida por IA” tiene como objetivo ayudar a los usuarios a desarrollar su proceso de escritura y pensamiento crítico, no sustituirlos. Por lo tanto, el uso de IA para generar escritos o composiciones sin contribuciones originales sustanciales del autor no puede ser aceptable ni permitido.
La utilización de Inteligencia Artificial en el proceso de escritura académica nos sitúa en un equilibrio delicado entre el potencial enriquecedor y la integridad.
Con la proliferación de herramientas de IA generativa, muchas conferencias y publicaciones científicas ya están anticipando el posible impacto de la IA en sus sectores, estableciendo reglas para los autores sobre el uso de estas herramientas. Por ejemplo, la revista New Trends in Qualitative Research (NTQR) incluye en su declaración de ética y buenas prácticas la advertencia de que “La utilización de sistemas de IA para generar texto solo está permitida si su papel está debidamente documentado en el artículo (por ejemplo, al informar sobre experiencias con estos sistemas). Sin embargo, se permite el uso de sistemas alimentados por IA para ayudar a mejorar el texto de autoría humana”.
Establecer directrices precisas y detalladas sobre el uso de la IA en la escritura académica (ver cuadro siguiente) es un imperativo que ayudará a orientar a los autores en lo que respecta a la integridad del trabajo científico, delineando claramente las prácticas aceptables de las conductas académicas reprochables. Sin embargo, incluso con un marco normativo bien definido, las infracciones intencionales siguen siendo una posibilidad, por lo que se requiere un sistema de vigilancia y penalizaciones claro que pueda detectar y desmotivar tales desviaciones antes de que manchen el cuerpo colectivo del conocimiento académico.
En este sentido, las instituciones universitarias y editoriales necesitan no solo hacer cumplir sus políticas a través de verificaciones atentas y constantes, sino también promover una cultura ética que normalice la autenticidad y rechace la copia, para que la constante emergencia de nuevas herramientas no sirva como pretexto para prácticas engañosas bajo el disfraz de la innovación.
Aceptable | No aceptable |
---|---|
Escritura asistida por IA | Escritura generada por IA |
Usar la escritura asistida por IA para debatir ideas | Engañar en el proceso de escritura e investigación |
Explorar nuevos temas/ideas con la escritura asistida por IA | Generar grandes bloques de texto con poca o ninguna contribución del autor |
Utilizar la escritura asistida por IA para explorar posibles contraargumentos / puntos de vista opuestos | Confiar en algo que la IA generó por su valor nominal |
Revisar la escritura aceptando sugerencias del asistente de IA para hacer mejoras | Usar texto generado por IA como sustituto de la investigación o del pensamiento crítico |
Para finalizar esta breve reflexión, es importante tener en cuenta que el texto generado por IA puede contener material ofensivo, tendencioso o contrario a la ética académica, así como contenido falso, engañoso o potencialmente perjudicial, u otros problemas similares. El uso de dicho contenido podría estar fuera de las protecciones de la libertad académica y/o la libertad de expresión.
Os autores deben revisar cuidadosamente todos los resultados generados por la Inteligencia Artificial antes de utilizar cualquier sugerencia de la IA en su trabajo académico. Este proceso puede requerir un desarrollo de competencias digitales (saber cómo utilizar este tipo de herramientas desde un punto de vista técnico, por ejemplo, cómo generar las instrucciones, también conocidas como prompts) y algunas habilidades transversales, como el pensamiento crítico..
En resumen, la utilización de Inteligencia Artificial en el proceso de escritura académica nos coloca en un equilibrio delicado entre el potencial enriquecedor y la integridad. Al definir criterios éticos, salvaguardamos la originalidad y el valor de la contribución individual. Por consiguiente, se requiere un compromiso activo con el desarrollo de capacidades críticas y técnicas para el manejo apropiado de las herramientas de IA en la investigación, que debe ser vista como un aliado moderno que no sustituye el juicio sagaz y el toque humano que solo autores reflexivos, conscientes y humanos pueden proporcionar.
Nota: Parte de este texto fue adaptada de Marc Watkins, Becario de Innovación Académica y Profesor de Escritura y Retórica, Director del Instituto de IA para Profesores de Escritura de la Universidad de Mississippi. Es co-presidente del grupo de trabajo de IA de su departamento y trabaja en colaboración con otros departamentos del campus, explorando el impacto de la IA generativa en la enseñanza y el aprendizaje. Tiene un blog sobre IA y educación en Rhetorica y, partes pequeñas, debidamente refinadas, provienen de una conversación amigable con el software lex.page. Lex es un procesador de texto alimentado por IA que funciona de manera muy similar a un Google Doc tradicional, con la característica adicional de permitir que los usuarios recurran a la asistencia de IA siempre que sea necesario. Utiliza el mismo modelo que alimenta el ChatGPT.